Anuncian nuevo Hospital Regional del ISSSTE en Oaxaca: promesa histórica en contraste con carencias persistentes

Oaxaca de Juárez, Oax. — En un anuncio que ha generado tanto expectativas como escepticismo, el Gobierno Federal, a través del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), informó la construcción de un nuevo Hospital Regional de Alta Especialidad en Oaxaca, con una inversión de 3 mil millones de pesos. La noticia fue dada a conocer por el director general del instituto, Martí Batres Guadarrama, durante la conferencia matutina encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum.

El hospital, que sustituirá al actual Hospital General Presidente Juárez, se edificará en San Lorenzo Cacaotepec, a escasos minutos de la capital oaxaqueña. Contará con 250 camas censables, 43 consultorios, helipuerto y tecnología médica de última generación. Se proyecta como uno de los centros hospitalarios más modernos del país y parte de una futura “Ciudad de la Salud” que incluirá también instalaciones del IMSS y del sistema estatal.

Entre promesas y realidades

La inversión ha sido calificada de “histórica” y, sin duda, representa una promesa ambiciosa para una entidad marcada por décadas de rezago en infraestructura hospitalaria. Sin embargo, en contraste con este anuncio grandilocuente, persisten denuncias de falta de personal médico, carencia de medicamentos básicos y deterioro de instalaciones en hospitales públicos de Oaxaca, incluido el mismo ISSSTE.

En recorridos recientes y reportes de medios locales, se ha documentado que pacientes deben esperar semanas o incluso meses para ser atendidos; el personal de salud ha alzado la voz por condiciones laborales precarias, y algunos hospitales aún carecen de insumos tan elementales como jeringas, guantes o sábanas limpias.

Escepticismo ante la ejecución

Para trabajadores del sector salud y organizaciones civiles, el nuevo hospital genera esperanza, pero también dudas. “Ojalá no se quede en promesa. Ya hemos visto muchas veces anuncios millonarios que se diluyen en la burocracia, obras inconclusas o inauguraciones simbólicas sin personal ni equipamiento suficiente”, opinó una enfermera que pidió permanecer en el anonimato.

También hay preocupación por la falta de claridad en los tiempos de ejecución y el futuro del personal actual. ¿Qué pasará con los trabajadores del hospital que será sustituido? ¿Se garantizará su reubicación o habrá despidos encubiertos?

Salud como derecho… aún pendiente

El discurso oficial insiste en que la salud es un derecho, no un privilegio. Pero en Oaxaca, donde comunidades enteras aún deben recorrer largas distancias para llegar a una clínica sin médicos, la brecha entre el discurso y la realidad sigue siendo profunda.

El nuevo hospital, si se construye en tiempo y forma, podría marcar un antes y un después en la atención médica del estado. Pero mientras tanto, miles de pacientes continúan enfrentando un sistema fragmentado, con servicios saturados y personal agotado.