¿Cómo era la vida diaria en la edad media? Un historiador responde

Aquí les vamos a contar cómo era la vida diaria en la edad media y lo que podían esperar durante los pocos años que vivían.

José Luis Corral Lafuente, Licenciado en Filosofía y Letras, experto en edad media nos va a contar todo lo que pasó durante estos mil años de historia. 

¿Cómo era la vida diaria en la edad media?

Aunque la edad media duró mil años, la sociedad cambió poco durante este tiempo, especialmente a la hora de construir la sociedad ya que había señores feudales y siervos, que vivían de forma extremadamente diferente y aquí les vamos a contar todo.

Así era la vida de un siervo

La rutina que tenían todos los días se centraba en el trabajo, su día comenzaba al amanecer (alrededor de las 4–5 am en verano) y terminaba al atardecer. Trabajaban mínimo 12 horas al día, con una breve pausa al mediodía.

Sus ocupaciones eran mayoritariamente agricultores. Cultivaban trigo, cebada, centeno, avena y legumbres. También pastoreaban ovejas, cabras o cerdos si el señor lo permitía. Algunos hacían oficios complementarios como molineros, herreros o tejedores.

También tenían un sistema de campos abiertos obligaba a cooperar en siembras y cosechas.

¿Cómo comían?

  • Pan negro: Hecho con centeno o cebada, más duro y ácido que el pan blanco reservado para nobles.
  • Pottages: Guisos espesos con habas, col, puerro, zanahoria y, ocasionalmente, pedazos de tocino o cordero.
  • Carne: Muy rara. A veces comían cordero viejo, conejo o aves del corral en días de fiesta o tras la matanza anual del cerdo.
  • Bebidas: Cerveza débil y vino aguado eran comunes, ya que el agua contaminada causaba enfermedades.

¿Cómo vivían en familia?

Existían construcciones en donde se resguardaban de los elementos, las casas construidas con entramado de madera, paredes de barro y techos de paja. Una sola habitación multifuncional. El piso era de tierra. Por seguridad y para aprovechar el calor corporal, gallinas, cabras o incluso un cerdo dormían dentro.

Una familia campesina tenía en promedio 4–6 hijos, aunque la mortalidad infantil era alta y pocos llegaban a más allá de los 5 años. De hecho la esperanza de vida era de entre 30 y 40 años, aunque si sobrevivías a la infancia, podías vivir hasta los 50.

¿Cómo se mantenían sanos y limpios los siervos?

Esto se debía a que no había tantos médicos para los campesinos. Usaban remedios caseros, hierbas como salvia, milenrama o ajo, y se recurría a curanderos o monjes. Esto provocó que hubiera enfermedades como la peste negra (1347–1351) que devastó poblaciones rurales. Morían familias enteras sin recibir auxilio.

Además la higiene era escasa,  usaban lejía hecha con cenizas y grasa animal como jabón. El jabón de Marsella o de Castilla estaba fuera de su alcance. Para evitar piojos se rapaban o usaban vinagre y peines especiales. Era común ver liendres, además usaba la misma ropa todos los días. Se cambiaban de ropa 1 o 2 veces al mes.

Una de las ventajas es que descansaban más que en la actualidad entre domingos, santos y ferias, un campesino tenía hasta 100 días no laborables al año, aunque muchos igual trabajaban en casa. La religión era parte importante de su vida, de hecho el ritmo de vida estaba marcado por el calendario litúrgico (sistema que organiza el año en torno a los eventos más importantes de la vida de Jesucristo y la historia de la salvación). Las campanas de la iglesia regulaban el tiempo.

La forma en la que se entretenían eran las narraciones orales, canciones, juegos con dados o «bolas de trapo» para los niños. La feria anual era un gran evento.

¿Cómo era la vida de un noble medieval?

La imagen del noble medieval suele estar rodeada de romanticismo y, a veces, de ideas erróneas. Lejos de ser brutos incultos o personas con hábitos de higiene deplorables, muchos nobles llevaban una vida sofisticada y compleja.

La jornada de un noble era una mezcla de administración, ocio y deber social. Dejaban el trabajo físico en sus siervos y vasallos y su tiempo se liberaba para otras actividades. Gran parte de su día se dedicaba a supervisar sus tierras y propiedades. Esto incluía la resolución de disputas entre sus campesinos, la recolección de impuestos y la administración de la justicia local.

¿Cómo se divertían los nobles medievales? 

La caza no era solo un deporte, sino también una forma de entrenamiento militar y una demostración de estatus. Se cazaban ciervos, jabalíes e incluso osos. Estas expediciones podían durar días e implicaban a un gran séquito. Además de la caza, los nobles disfrutaban de justas, torneos, cetrería y juegos de mesa como el ajedrez.

Existían banquetes que eran eventos sociales cruciales y una muestra de riqueza. Los banquetes podían tener de cinco a siete platos o incluso más. No se servían los platos de forma consecutiva como hoy; más bien, se presentaban varios platos a la vez en la mesa, y los invitados elegían. Había música, juglares y artistas para entretener.

¿Qué comían cuando no estaban haciendo banquetes?

La dieta de un noble era rica y variada, muy diferente a la del campesino y normalmente incluía:

  • Grandes cantidades de carne (caza, cerdo, vacuno, aves de corral)
  • Pescado (fresco o salado, según la ubicación y las restricciones religiosas)
  • Pan de trigo blanco (un lujo)
  • Variedad de verduras y frutas de temporada.
  • Las especias importadas como el azafrán (muy valorado), la canela, el jengibre, el clavo y la pimienta eran un signo de estatus y se usaban para realzar sabores y, a veces, disimular el sabor de alimentos no tan frescos.

 ¿En dónde vivían y cómo se vestían los nobles medievales?

La ropa del noble era un claro indicador de su posición social. Estaba hecha de telas finas como seda, terciopelo, lana de alta calidad y lino. Los colores brillantes (obtenidos con tintes caros) y los bordados elaborados eran comunes.

Las pieles (armiño, marta cibelina) se utilizaban para abrigos y forros. Hombres y mujeres llevaban túnicas largas, a menudo superpuestas, y capas. Los sombreros y tocados eran también importantes.

Normalmente vivían en un castillo, pero no era como vivir en una mansión moderna, pero ofrecía un nivel de confort considerable para la época. Las chimeneas eran una característica estándar en las grandes salas y habitaciones privadas. Aunque no tan eficientes como los sistemas modernos, proporcionaban calor suficiente para mitigar el frío invernal. A menudo, se quemaba leña en grandes cantidades.

La educación era diferente 

Otra de las diferencias entre el siervo y el señor feudal era la educación que tenía, ellos tenían conocimientos y habilidades que incluían el arte de la guerra, la equitación, la cetrería y, para las mujeres, habilidades domésticas y de gestión del hogar.

Los nobles eran mecenas cruciales de las artes y la cultura. Financiaban a pintores, escultores y artesanos que creaban obras para sus castillos e iglesias.

Por otro lado existían los monjes copistas que se encargaban la creación de manuscritos iluminados que eran verdaderas obras de arte con intrincadas ilustraciones y caligrafía. Los trovadores y poetas eran figuras bien recibidas en la corte, cantando baladas sobre amor cortés, hazañas heroicas y eventos actuales.

También la realeza y los nobles, invertían en la construcción de catedrales góticas y castillos, encargando a arquitectos la creación de estas impresionantes estructuras. Lejos de la imagen simplificada que a veces se presenta, la nobleza europea de la edad media era un actor clave en la sociedad, con sus propias costumbres, lujos y desafíos.

La medicina en la edad media

Después de los avances de la edad antigua, la edad media fue un gran retroceso para las sociedades europeas, porque no había mucho conocimiento y sí mucha fe. Los “doctores” medievales operaban con batas largas, guantes y un bisturí que parecía daga. Creían que las enfermedades eran castigos divinos, desequilibrios de los cuatro humores o efectos de la luna.

Además no habían antibióticos, anestesia ni higiene. De hecho las cirugías se hacían con todo el dolor y la suciedad que existía. La medicina era parte ciencia, parte superstición… Y si el médico no podía ayudarte, te encomendaban al cielo.

Los médicos de la época se guiaban por el equilibrio de los cuatro humores del cuerpo: sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra. Si estabas enfermo, era porque uno de esos estaba “descompensado” y existían diferentes soluciones como:

  • Sangrías. Te cortaban una vena para “liberar el exceso”.
  • Pócimas de mercurio, plomo o excremento seco.
  • Trepanación. Te perforaban el cráneo para liberar “espíritus atrapados”.

Y los cirujanos… bueno, no eran doctores. Eran barberos-cirujanos. Sí, el que te cortaba el cabello también te sacaba muelas, te cosía heridas y te amputaba piernas sin anestesia, sin esterilizar y sin garantías.

Enfermedades más comunes en la edad media

  • Peste bubónica: Transmisión por pulgas de ratas; fiebre alta, bubones, vómitos.  Mató hasta al 60% de la población europea en el siglo XIV.
  • Tuberculosis (tisis): Tos crónica, fiebre, sudoración nocturna, pérdida de peso. Altamente contagiosa en zonas urbanas.
  • Infecciones intestinales: Cólera, disentería y gastroenteritis por agua contaminada.Letales, sobre todo en niños.
  • Lepra: Provocaba lesiones y desfiguración. Los enfermos eran aislados y estigmatizados.
  • Escorbuto: Por falta de vitamina C; encías sangrantes, debilidad, pérdida de dientes.  Común en épocas de hambruna.
  • Fiebre tifoidea: Por alimentos o agua contaminada; fiebre alta y delirio. Muy peligrosa sin tratamiento.
  • Viruela y sarampión: Altamente contagiosas, causaban epidemias. La viruela dejaba cicatrices o causaba ceguera.
  • Parásitos y piojos: Infecciones por lombrices, pulgas y piojos. Causaban anemia y desnutrición.
  • Trastornos mentales y “mal de ojo”: Mal comprendidos, se atribuían a brujería o castigo divino. Los afectados eran marginados o perseguidos.