¿Sabían que solo el 20% de las mujeres se sienten bien informadas sobre la menopausia?, y lo peor es que hay doctores que no están ni actualizados con el tema, por eso les vamos a decir cuáles son esas red flags en doctores que deben identificar para que no anden cayendo en malos tratamientos.
Hoy hay más de mil millones de mujeres en el mundo atravesando la menopausia o la perimenopausia. Y aunque el 85% sufre síntomas del infierno como sofocos, insomnio o cambios de humor, la gran mayoría no recibe el tratamiento adecuado. ¿Pooor? Porque la menopausia sigue siendo un tema lleno de mitos, desinformación y peor aún, doctores poco preparados. Así que si estás entrando a esta etapa, les armamos esta guía con la endocrinóloga Ana Maria Kausel para que sepan si su doctor sabe de menopausia y no se pongan en manos de cualquier especialista.
Datos de infarto
- 80% de los residentes en medicina interna en Estados Unidos no se sienten competentes para discutir o tratar la menopausia.
- Solo el 20% de los programas de residencia en obstetricia y ginecología en Estados Unidos ofrecen formación específica en la menopausia.
- Más del 41% de las escuelas de medicina en el Reino Unido no incluyen la menopausia como parte obligatoria del currículo.
- Más del 60% de las mujeres menopáusicas no pueden acceder a una atención adecuada para sus síntomas, lo que destaca la necesidad de información más accesible y actualizada sobre la menopausia.
- Para 2030, el número de mujeres entre 45 y 55 años alcanzará casi los 500 millones, lo que significa que aproximadamente el 6% de la población mundial estará en la menopausia.
- Aproximadamente el 85% de las mujeres experimentan síntomas de menopausia como sofocos, insomnio y cambios de humor. Sin embargo, alrededor del 73% no busca tratamiento, a pesar de la disponibilidad de terapias hormonales y no hormonales efectivas.
¿Cómo sé mi doctor sabe de menopausia?
Te mandan mil suplementos “para regular tus hormonas”
¿Por qué es un problema? No existe un multisuplemento que reemplace las hormonas que el cuerpo dejó de producir. Si un médico te receta una lista interminable de vitaminas, adaptógenos, colágeno, maca, ashwagandha y demás sin una justificación hormonal clara, está desviando el enfoque real: la deficiencia hormonal. Los suplementos pueden acompañar, pero no sustituyen a las hormonas bioidénticas que realmente necesitas.
Te ofrecen un «pellet» como solución mágica
¿Por qué es un problema? Los pellets (implantes hormonales subcutáneos) no están aprobados por la FDA ni por sociedades científicas serias. No permiten ajustes de dosis, y muchas veces se colocan dosis excesivas de testosterona, lo que puede causar acné, caída de cabello, voz grave, y problemas hepáticos. No es ético usar algo irreversible en un cuerpo que necesita seguimiento y adaptación.
Te dicen que las hormonas causan cáncer
¿Por qué es un problema? Este mito sigue vivo desde el famoso estudio WHI de 2002, que —hay que decirlo— fue totalmente malinterpretado. Las hormonas no causan cáncer cuando se prescriben correctamente: con la indicación médica adecuada, en la dosis correcta, el tiempo justo y la forma adecuada. De hecho, el estrógeno vaginal, por ejemplo, NO aumenta el riesgo de cáncer ni de trombosis, y puede mejorar radicalmente la calidad de vida de muchas mujeres en esta etapa.
Te venden una “fórmula personalizada” con hormonas “especiales”
¿Por qué es un problema? Muchos doctores ofrecen «fórmulas magistrales bioidénticas» hechas en farmacias compuestas, sin controles de calidad, sin regulación y sin garantía de seguridad. La regla es simple: si vas a usar hormonas, que sean bioidénticas aprobadas, reguladas y dosificadas bajo guías clínicas internacionales. Nada de mezclas artesanales que nadie supervisa. Tu salud hormonal no es para experimentar.
En la consulta nunca menciona estrógeno, progesterona o testosterona
¿Por qué es un problema? Estos son los tres pilares hormonales que disminuyen en la menopausia. Si un doctor te habla solo de dieta, ejercicio o suplementos sin mencionar estas hormonas, no está tratando tu causa real, solo está poniendo un curita sobre los síntomas. La falta de hormonas tiene impacto en el cerebro, corazón, huesos, piel, vagina y metabolismo.
Te recetan fitoestrógenos “porque son naturales”
¿Por qué es un problema? Los fitoestrógenos (como soya, trébol rojo, linaza) tienen un efecto hormonal mínimo y poco consistente. Pueden servir como complemento, pero no sustituyen a la terapia hormonal real, especialmente en mujeres con síntomas moderados a severos. No se trata de «natural vs. artificial», sino de seguro y efectivo vs. ineficaz e inseguro.
No te ofrecen estrógeno vaginal para síntomas urinarios y vaginales
¿Por qué es un problema? Los estrógenos locales (cremas, óvulos o tabletas vaginales) son el tratamiento más efectivo y seguro para la sequedad, ardor, infecciones recurrentes, urgencia urinaria y dolor en relaciones. Si te recetan jabones carísimos, geles “íntimos” o probióticos sin resultados, están evitando lo que sí funciona: estrógeno vaginal de bajo riesgo, avalado por todas las guías científicas.
Te mandan dietas, ayunos o detox para “arreglar tus hormonas”
¿Por qué es un problema? Cambiar la alimentación es útil para tu salud general, ¡pero no “cura” la menopausia! Si un doctor te dice que con ayuno intermitente, una dieta keto o un detox de jugos se te van a quitar los bochornos, la resequedad vaginal o el insomnio, está ignorando por completo la raíz del problema. ¡Aguas!
A ver, la menopausia no es porque comiste mal, porque tienes «toxinas acumuladas» o porque no tomaste suficiente té verde. Es una etapa fisiológica donde tus ovarios dejan de producir estrógeno, progesterona y testosterona. Puedes tener la dieta perfecta, hacer ejercicio diario y aún así, si tus hormonas están en el suelo, los síntomas van a seguir.
Claro, alimentarte bien, mantener un peso saludable y hacer ejercicio ayuda, sobre todo para cuidar el corazón y mejorar la sensibilidad a la insulina, pero no sustituyen un tratamiento hormonal bien hecho. Un doctor actualizado entiende que el tratamiento debe ser integral: estilo de vida + reemplazo hormonal. No «recetas mágicas» a base de aguacate, colágeno y suplementos de moda.
