Un sofisticado pasadizo subterráneo, posiblemente utilizado para traficar diversas drogas, fue localizado en una ciudad mexicana fronteriza con Estados Unidos, dijeron el martes autoridades locales, en medio de la incesante violencia que vive la nación latinoamericana.
El hallazgo del “narcotúnel” que conecta Tijuana, noroeste del país, y San Diego, California, tiene poco más de medio kilómetro de longitud, 18 metros de profundidad y 1.2 de ancho, según reportó a las autoridades mexicanas el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
“Derribaremos todas las rutas subterráneas de contrabando que encontremos para evitar que las drogas ilícitas lleguen a nuestras calles y destruyan a nuestras familias y comunidades”, dijo el lunes el fiscal federal estadounidense Randy Grossman, en comunicado sobre el hallazgo.
Las autoridades del vecino país también detuvieron a seis personas (cuatro hombres y dos mujeres) por presuntamente estar vinculadas con la operación del “narcotúnel”. Se les acusa de conspirar para distribuir cocaína, heroína y metanfetaminas, entre otros delitos.
De acuerdo con imágenes difundidas por el Departamento de Justicia, uno de los extremos de la sofisticada galería estaba dentro de una bodega situada en Otay Mesa, San Diego, a tan solo 91 metros al sur de frontera y contaba con paredes reforzadas, rieles para vagones, electricidad y ventilación.
Autoridades mexicanas han señalado como responsable de estos túneles, encontrados en bodegas, viviendas y negocios, al cártel de Sinaloa, liderado por años por Joaquín “El Chapo” Guzmán, actualmente preso en Estados Unidos y célebre por haber huido de una cárcel de máxima seguridad por un corredor subterráneo.
Según el Departamento de Justicia, desde 1993 se han “descubierto 90 pasajes subterráneos en el Distrito Sur de California”, de los cuales 27 fueron considerados sofisticados y el último fue en marzo de 2020.
La fiscalía de Baja California, donde se localiza Tijuana, admitió que el último túnel es uno de los más grandes localizados en la región. La fiscalía federal mexicana no respondió de inmediato a solicitudes de información de Reuters.