¡La rifa del tigre! Messi y el Inter Miami dejan escapar una ventaja de dos goles ante Palmeiras y van ante el PSG en los Octavos del Mundial de Clubes

Lionel Messi y el Inter Miami dejaron escapar una ventaja de 2-0, el Palmeiras los alcanzó 2-2, pero la igualada les cambió los planes a las Garzas, ya que enfrentarán al PSG, actual monarca de la Champions League, mientras que el conjunto brasileño va ante un viejo conocido como el Botafogo, todos en los Octavos de Final del Mundial de Clubes.

Hasta el minuto 80, el rival de las Garzas era el Botafogo; sin embargo, los dos goles del ‘Verdao’ los devolvieron al liderato de grupo, así que ambas escuadras terminaron con cinco unidades, pero los brasileños tienen una mejor diferencia de goles. En el fondo del sector quedaron el Al-Ahly y el Porto con sólo dos puntos cada uno.

La culpa la tienen los brasileños Paulinho y Mauricio, quienes, cuando pocos creían, anotaron dos goles en el minuto 80 y en el 88’ respectivamente, para igualar una exhibición de Luis Suárez, quien había creado un gol y anotado otro minutos antes.

El desenlace poco tuvo que ver con lo visto durante gran parte del partido, cuando Inter Miami y Palmeiras jugaron con la calculadora en la mano durante los 90 minutos, a sabiendas de que dependían de sí mismos para pasar de fase y de que un empate, e incluso una derrota, les podía servir.

Ninguno quiso que el partido se descontrolara y, entre largas posesiones que apenas terminaban con el balón en alguna de las dos áreas, fue el Inter Miami quien golpeó primero en un buen contragolpe finalizado por Tadeo Allende.

Un despeje alto de la zaga estadounidense, que bajó cerca del medio campo Luis Suárez tras forcejear con su marcador, dejó completamente solo al extremo argentino. Por delante tuvo 50 metros, libre de jugadores rivales, para pensar cómo quería definir ante el guardameta. No falló.

El Inter Miami era primero, pero el Palmeiras seguía estando clasificado, por lo que no saltó la señal de alarma. El ritmo seguía siendo más bien pausado, aunque los fallos en salida de balón y los contraataques generaban cierta sensación de peligro que nunca llegó a culminar.

Una posesión de varios minutos del Inter Miami, en la que el balón pasaba de un defensa a otro sin ánimo de generar peligro, era la forma que el equipo estadounidense tenía de decir que era su rival quien debía apretar. Ellos eran los líderes del grupo a esa hora.

Tal vez por el miedo a cruzarse por el PSG o por el miedo a una remontada del Porto en el otro partido del grupo, el Palmeiras salió más lanzado al frente en la segunda mitad. Pero de nuevo fue Allende quien la tuvo para poner el segundo en el marcador. Una gran carrera individual le llevó hasta el área chica de Weverton, pero rodeado y con mucho menos ángulo que en la primera no acertó.

El partido se jugaba en el campo del Inter Miami, pero el peligro se generaba en la portería de Palmeiras. Primero fue Messi quien avisó con dos disparos desde fuera del área, a cada cuál más peligroso, y acabó siendo Suárez quien anotara el segundo. Dejó atrás a tres defensas en una nueva jugada individual, más habitual de sus tiempos en Europa que en América, para vencer al portero con una gran definición por arriba.

Suárez estaba firmando un partidazo, y estuvo a punto de dejar el tercero en bandeja a Messi con un pase largo al que el astro argentino no llegó por muy poco. Fue su último servicio al encuentro antes de ser sustituido.

Con el 2-0 el Inter Miami ya estaba casi al 100 por ciento clasificado. El Palmeiras, mientras, tenía un amigo en los egipcios del Al Ahly, que evitaban que el Porto se pusiera por delante en su encuentro y amenazara la clasificación de los brasileños.

Una larga sucesión de cambios mató el ritmo del partido y parecía dejar el grupo decidido, pero Paulinho no estaba de acuerdo y descontó para los brasileños. Un buen pase de Allan a la media vuelta desde la frontal le dejó solo frente a Ustari y la pegó rasa junto al palo. La afición brasileña entró en delirio, todavía estaba al alcance evitar al PSG en octavos.

Apenas ocho minutos después, Mauricio desató la fiesta brasileña con un remate potente ante el que nada pudo hacer Óscar Ustari. El Palmeiras llegó a tener una tercera que no habría cambiado el grupo pero le habría dado la victoria. Jugó con fuego durante 80 minutos, pero en 10 minutos logró resolverlo.