Oaxaca.-“Luchamos con las mujeres aquí presentes hija.. ellas te quisieron como mujer y como luchadora, como defensora. Aquí las mujeres, que levantaron la voz, por eso apareciste… porque el Estado te mató mija…”, así, con esas palabras, Aracely Martínez despidió esta tarde el cuerpo de su hija Sandra Domínguez sepultada, tras casi 7 meses desaparecida, en el panteón municipal de San Pedro Ixtlahuaca, en los Valles Centrales de Oaxaca.
Entre gritos de justicia, lágrimas y recuerdos, los restos mortales de Sandra Domínguez arribaron al camposanto minutos antes de las 5 de la tarde, luego de un recorrido de casi 2 horas desde la funeraria Núñez Banuet, sobre la calle de Independencia, Centro Histórico de Oaxaca capital.
Junto con un sacerdote de la iglesia católica, decenas de asistentes elevaron sus oraciones para el descanso eterno de la abogada ayuuk, quien en 2020 denunció la existencia de un grupo de WhatsApp donde políticos de la región Mixe, principalmente afines a Morena compartían imágenes sexuales y mensajes que denostaban a mujeres de esa zona de la entidad.
Desde las 6 de la tarde de ayer martes 29 de abril, los restos de Sandra Domínguez comenzaron a ser velados y recibieron múltiples homenajes post mortem.
A su arribo a la funeraria, ayer, la familia y allegados rezaron varios rosarios y posteriormente llevaron a cabo ceremonias y rituales de la región Mixe.
Las y los deudos, agradecieron siempre la colaboración de activistas feministas gracias a las cuales, afirmaron, fue posible localizar los restos de Sandra.
Si bien la esperanza de todos y todas era que la abogada apareciera con vida, ante la adversidad suscitada, agradecieron el poder haberla regresado, aunque sin vida, a su tierra natal y con su familia.
Pero también la familia agradeció a las y los reporteros y reporteras de Oaxaca por visibilizar el caso y a quienes permitió el acceso a todas las ceremonias.
Después de velar el cuerpo durante la noche, hoy a las 11 de la mañana se realizó otro homenaje, éste, organizado por agrupaciones que velan por los derechos de las mujeres, entre ellas Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad.
Durante la realización de éste, de nueva cuenta Araceli Martínez condenó la omisión del Estado y fue más allá al responsabilizarlo de cualquier agresión que sufra tanto ella como sus hijas, Kisha y Kenia.
“Hago responsables a las autoridades por mis hijas también, no me gustaría que les pasara algo porque mira mi hija (Sandra Domínguez) cómo terminó. No es justo que una de mis hijas se fuera así”, recriminó Aracely.
“Yo puedo decirte hermanita que estoy muy orgullosa de ti y que te quiero mucho, que no se vale lo que te hicieron no me decías que te hicieran tantas injusticias. Te quiero mucho”, dijo por su parte Kenia Domínguez, hermana de Sandra.
Durante el homenaje, activistas desplegaron una manta de color morado y cubrieron con ella el féretro donde descansaban los restos de Sandra.
En ese momento comenzaron a lanzar consignas de justicia para Sandra Domínguez y que se esclarezca al 100 por ciento su crimen.
Durante los homenajes, únicamente estuvo el cuerpo de Sandra y no el de su esposo.
Alrededor de la 1 de la tarde, el homenaje llegó a su fin entre acordes del Dios nunca muere y Sandunga, una de las melodías más representativas para la familia, pues el padre de Sandra, Teodoro Domínguez, se la dedicaba a Sandra
Las condolencias se extendieron durante varios minutos.
Posteriormente, a las 2 de la tarde, se llevó a cabo una misa de cuerpo presente como preludio al entierro.
La ceremonia religiosa terminó minutos antes de las 3 de la tarde, momento en el que todo el contingente de dolientes salió a la calle para extender una pancarta con la leyenda Oaxaca Feminicida.
“Fue el Estado, fue el Estado”, “No llegamos todas, nos falta Sandra”, repitieron al unísono.
Después de la protesta, los deudos y allegados abordaron diversas unidades de motor y salieron en contingente hacia el municipio de San Pedro Ixtlahuaca, siguiendo a la carroza dónde fueron trasladados los restos de Sandra.
El recorrido tardó casi dos horas hasta que finalmente arribaron al camposanto para darle el último adiós.
Sandra Domínguez permaneció desaparecida casi 7 meses junto con su esposo Alexander Hernández, cuyos restos fueron localizados en un rancho de Veracruz, en las cercanías con Oaxaca, el pasado 24 de abril.
Ambas personas fueron reportadas como desaparecidas desde el 4 de octubre, día en el que comenzó una serie de movilizaciones de grupos activistas para demandar la aparición de Sandra.
De acuerdo con la Fiscalía de Oaxaca, tanto Sandra Domínguez como su esposo fueron ultimados prácticamente el día en que fueron privados de su libertad.