Oaxaca. México está entrando a una dictadura, sentenció este miércoles el representante de la Asamblea de los Pueblos del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio, Mario Castillo Quintero, tras la aprobación de la reforma a la Ley de Telecomunicaciones, que autoriza la geolocalización en tiempo real de teléfonos celulares y la necesidad de presentar el CURP con datos biométricos para la contratación de internet y telefonía.
Con la modificación recientemente aprobada, el gobierno mexicano controlará la libertad de expresión y podrá censurar a sus opositores y todo lo que mediáticamente no sea a su favor, condenó el activista oaxaqueño.
Además, Castillo Quintero alertó que el régimen fundado por Andrés Manuel López Obrador ha dado un Golpe de Estado, pero matizado como un “golpe blando”, para beneficiar al poder militar y permitir que éste controle y vigile a la sociedad, pues las últimas reformas no se limitan únicamente a las telecomunicaciones sino al otorgarle máximo poder a la Guardia Nacional y Ejército.
“Estamos entrando en una dictadura, una dictadura que controla la libertad de expresión y que puede censurar a sus opositores o puede censurar todo lo que no les favor.
“Es evidente (la dictadura). Desde que Obrador entró, él prometió que iba a regresar al Ejército a los cuarteles y le dio poder al Ejército: las obras del Tren Maya están en manos de la Marina, en manos del Ejército y todas estas nuevas regulaciones donde los militares pueden postularse a cargos públicos…
“Nunca va a haber un Golpe de Estado porque el golpe ya está hecho… ha sido un Golpe Blando, planeado, que eso va a permitir ese tipo de leyes, donde la libertad de expresión y las principales voces opositoras son calladas por oponerse a un nuevo régimen”, señaló el defensor de derechos humanos.
En entrevista, resaltó que organizaciones de la sociedad civil han delineado rutas jurídicas con el objetivo de detener el avance de las reformas, con el argumento de que miles de comunidades indígenas serán perjudicadas con tales modificaciones sin haber sido consultadas ni tener su consentimiento.
Sin embargo, reconoció que con la reforma al Poder Judicial y su nueva estructuración será difícil que los recursos avancen, pues el Estado lo impedirá, pues afirmó que la corrupción del Poder Judicial sigue vigente y no cesará.
“Entiendo que hay varios esfuerzos organizados intentando realizar amparos contra esta ley. Está la red de radios comunitarias indígenas que está formulando esa defensa legal”, subrayó.
“Nosotros estamos considerando hacer un ejercicio legal; sin embargo, también estamos preocupados porque evidentemente con lo que pasó con la reciente reforma al Poder Judicial también está cuarteando nuestros derechos y nos imposibilita podernos defender.
“Sin duda, el Poder Judicial siempre fue corrupto, eso no va a cambiar esta ley, pero, ahora, ellos tienen el control; entonces, este control va a favorecer para que ese tipo de leyes, como la de Telecomunicaciones, como lo de la Guardia Nacional, no tengan oposición jurídica. Entonces, así nuestros derechos están absolutamente controlados y minimizados”, resaltó.
Reiteró que con tales acciones, que han modificado el marco normativo federal, para permitir la geolocalización y la recabación de datos biométricos, el gobierno “cada vez más está recrudeciendo las prácticas fascistas, que son clásicas en regímenes autoritarios y muchas veces en Estados militarizados.
“La censura o el poder tener ese tipo de funciones, como de vigilancia, geolocalización, violan absolutamente los derechos de las personas. Y también considerar que todo ese tipo de leyes son violentadoras totales de los pueblos indígenas, ya que no se votaron con el consentimiento previo y se están considerando las formas y los territorios de los que los pueblos somos parte”.
Mario Quintero resaltó que otro daño ocasionado por la Ley de Telecomunicaciones y, en general, las reformas en temas de seguridad avaladas por el Congreso de la Unión, será el incremento de la violencia y persecución en contra de activistas y periodistas.
En ese caso, resaltó que Oaxaca es uno de los estados con mayor incidencia de agravios en contra de defensores y comunicadores.
Reiteró que la violencia en contra de representantes de comunidades y medios de comunicación se ha incrementado durante este gobierno.
“Sabrás que las cifras de asesinatos a periodistas y defensores en Oaxaca ha aumentado con estos gobiernos. Eso puede seguir ocurriendo derivado de ese tipo de políticas que, por un lado, nos censura y nos bloquean todas las herramientas de defensa legal y por otro lado se ejecutan ese tipo de ataques contra defensores y periodistas.
“Lo que creemos es que es necesario una organización sólida fuerte, articulada para poder frenar no solo como Oaxaca sino como mexicanas y mexicanos todo ese tipo de leyes, todo este tipo de propuestas de reforma que está violentando absolutamente nuestro derecho, nuestra libertad y la vida como la conocíamos”.
Subrayó que a pesar de que el Estado está alineado hacia una dictadura, la sociedad organizada aún puede frenar los agravios perpetrados contra la privacidad y la libertad de expresión.
En ese sentido, sostuvo que la sociedad actual debe emprender una lucha correctamente articulada para reconquistar las garantías perdidas y lograr que las generaciones futuras puedan continuar gozando de ellas.
“(Sugiero) primero, que dejemos de confiar en los partidos políticos. Ellos nunca han sido la respuesta a nuestras demandas históricas de necesidades, también que no seamos apáticos. Parece que no hay futuro, parece que todo es una gran tormenta, pero aún es posible organizarnos, es posible cambiar las cosas, pero necesitamos poder apoyarnos, ser solidarios y poder participar en todas las acciones y movilizaciones del movimiento social histórico y legítimo que han transformado esta realidad.
“Todos los derechos de los que hoy gozamos, fueron esfuerzo de otra gente que años atrás luchó por ello y así nos va a tocar a nosotros: luchar para que la gente que va a estar en el futuro, pueda disfrutar (de las libertades)… y si no lo hacemos ahora, puede que después sea muy tarde, cuando simplemente (existan) otro tipo de formas, como en otro tipo de dictaduras, como ocurre en Nicaragua, en la que hay una censura absoluta y la población vive sometida completamente por el Estado”, indicó.