Pese al discurso de AMLO, México aún no erradica la corrupción

México suma su tercer año consecutivo con una calificación de 3.1 en el Índice de Percepción de la Corrupción, pero en 2022 también bajó dos posiciones, dijo Eduardo Bohórquez, director de Transparencia Mexicana, en Así el Weso.

En entrevista con Enrique Hernández Alcázar, afirmó que es un lugar que no corresponde a la economía de nuestro país ni a las declaraciones de los últimos años que aseguraban que se acabaría la corrupción, que ahora afirman que es un asunto erradicado.

Seguimos siendo el país que tiene la peor calificación en la OCDE, de las 37 economías más grandes del mundo somos el peor evaluado, del G-20 estamos solo por encima de Rusia que en estos días no es una gran noticia, estar un poquito mejor que Rusia no creo que el mundo lo celebre

Pese al discurso triunfalista en la materia, recordó que el INEGI reportó un aumento de la corrupción en trámites y servicios durante 2022, además que hemos visto muchos escándalos que son de este gobierno como el de Segalmex, que es varias veces mayor a La Estafa Maestra y se cometió en el primer año del presidente López Obrador. Además, en casos del pasado como Agronitrogenados, Odebrecht, La Estafa Maestra, Rosario Robles y Emilio Lozoya, no hay un solo sancionado.

Bohórquez dijo que para enfrentar este problema sistémico, primero es necesario no pelear con las instituciones que cumplen con la función de fiscalizar los recursos públicos, pues se trata de instituciones del propio gobierno.

En segundo lugar, consideró importante ser ‘menos tolerantes’ con los casos que involucran a personas cercanas:

Creo que debemos ser menos tolerantes con los casos que involucran a los allegados, los cercanos, porque se manda una señal terrible. Si tu proteges a los de casa y solo te ensañas con los del pasado, todo mundo sabe que no va en serio, el riesgo es que no es algo que la opinión pública se tome con seriedad, se ve más como revancha que como justicia

Finalmente, destacó la importancia de recuperar el dinero desviado y regresarlo a las arcas públicas, pues mientras que en México el Instituto para devolverle al pueblo lo robado o INDEP terminó en escándalo, países menos desarrollados institucionalmente lo han logrado, como es el caso de Angola que recuperó 5 mil millones de dólares de corrupción el año pasado.