¿Qué tan insoportable eres?

Rebeca Muñoz, Pionera como Mind Coach. Creadora del método de “Dietas conductuales” en el proceso de Coaching. Autora del libro “Elige Positivo”. Actualmente es Dir. De Programas de Habilidades Humanas en Formación Ejecutiva Empresarial. Tiene 20 años de experiencia en Recursos Humanos. Ha sido coach de más de 500 ejecutivos de diferentes sectores.

Página: www.rebecamc.com y www.formaejecutiva.com

Twitter: @McoachR // Instagram: rebecamunozcornejo

Teléfonos: 442-489-45-34

Mail: lsilva@formaejecutiva.com

Probablemente ante esta pregunta podríamos encontrarnos diferentes escenarios como por ejemplo:

1. ¡No, para nada!…

No me considero insoportable u odiosito, la verdad considero que tengo una gran habilidad para entablar buenas relaciones con todo mundo.

2. Si mucho, y la verdad no me importa mucho.

Sé que no soy muy accesible para muchas personas, pero no es algo que me afecte mucho, yo tengo mi personalidad muy marcada y así soy, le guste al que le guste

3. Si, lo sé y me preocupa mucho, por más que hago cosas para poder encajar en diferentes ambientes, hay ambientes en especial que aún no sé cómo hacerle.

Pero lo peor de ser “insoportable” no es que tanto lo seas para los demás y tu entorno, sino que tan insoportable seas para ti mism@.

Cada vez tenemos que ir ganando conciencia de trabajar más hacia adentro, “como es adentro es afuera, como es arriba es abajo”. No se puede estar bien solo afuera cuando “adentro” se vive mal.

Pero más allá de verlo de un punto de vista muy trascendental, pongámoslo desde una perspectiva práctica y comprueben por ustedes mismos cómo si no se está bien adentro, el afuera es insatisfactorio.

Tengo unas cuantas preguntas, contesten francamente:

1. ¿Te consideras autoderrotista?

Derrotar quiere decir vencer o ganarle a alguien, también significa destruir o arruinar a alguien en salud o en los bienes.

2. ¿Crees que piensas por ti mismo?

Aquí hablamos de autonomía de pensamiento real, lo cual se define como capacidad para establecer reglas de conducta para sí mismos y en sus relaciones con los demás. Es decir, lo que piensas lo haces con esa autonomía o con la intención de agradar a alguien más o a una comunidad, o bien tus pensamientos están basados en seguir la corriente de pensamiento de alguien más, paradigmas que aprendiste de alguien más o de tu entorno.

Las personas que realmente piensan por si mismos se cuestionan lo que hacen, por qué lo hacen y para qué hacerlo. Si les hace sentido lo mantienen y ese mismo pensamiento toma un nuevo significado, si no les hace sentido, cambian su percepción sobre ese pensamiento y adoptan un nuevo enfoque.

Aquí es MUY importante resaltar dos puntos: lo que piensas crea tu entorno y el bien común.

3. ¿Eres capaz de controlar tus sentimientos?

Recordando la habilidad de Inteligencia emocional, ser consciente de la emoción en momento presente, controlarla y administrarla de la mejor manera posible, dependiendo de los requerimientos del entorno.

4. ¿Tus motivaciones son interiores o exteriores?

Una muy buena parte de lo que creemos nos motiva lo encontramos afuera de nosotros, ejemplo, dinero, fama, cuerpo súper fit, casas, coches, viajes, cosa que por supuesto está bien, y son un gran motivador para accionar y materializar, el tema es que muchas cosas que logramos obtener por ser motivadores exteriores cuando las alcanzamos, aunque las consigas parecieran que “no son suficientes” o dan la sensación de satisfacción centrífuga.

 5. ¿Puedes aceptarte tal como eres y evitar los reproches?

Muchas personas están habituadas a ponerse un “pero” por algo, de hecho los demás pueden reconocerles habilidades o cualidades y ellos mismos pueden desacreditarlo. Ejemplo: wow qué guapa te ves con ese vestido, en lugar de decir gracias y aceptarlo, pueden justificar con “es que fui al salón de belleza y por eso me ves diferente, o es el vestido el que me hace ver mejor, etc…”. Cuando se cae en el hábito del no merecimiento entonces por supuesto no se gratifican o incluso se auto reconoce lo que se hace. Consecuencia insatisfacción permanente, envidia = toxicidad.

6. ¿Puedes tomar tu propio descanso?

El tomar descansos es vital para mantener nuestro bienestar de manera integral, y descansar no solo es irse de vacaciones, sino hacer descansos mentales de manera frecuente. El mal hábito de no descansar la mente y por supuesto el cuerpo, nos va provocando toxicidad emocional y va bajando el rendimiento de manera general. Celulares, uso excesivo de internet, computadora, etc.

 7. ¿Has eliminado de tu vida todas las acusaciones e imputaciones?

Cuando se tiene el hábito de justificarse o entender resolver la vida desde un uso excesivo de acusar o imputar la no acción es en general el uso de la victimización, uno de los hábitos más ineficientes. Recordemos que no tenemos control sobre las circunstancias, pero si de cómo reaccionamos ante esas circunstancias.

8. ¿Has eliminado las prácticas postergatorias como estilo de vida?

La desidia y la no acción son una gran fuente de toxicidad emocional, alguien que frecuentemente usa este hábito es alguien que aparte consigue poco, crea poco o tiene poco, es alguien que va perdiendo credibilidad ante los demás.

9. ¿Has aprendido a fracasar?

La cultura del aprendizaje, en occidente se reprime el error, mientras que en oriente se usa como motor de crecimiento y cambio. El que aprende a fracasar, crece, aprende por el aprendizaje modifica y mejora. Disfruta el camino.

 10. ¿Estás motivado por tu capacidad de potencial y desarrollo o por reparar tus deficiencias?

¿Cuál es tu enfoque? El de crecer o el de reparar para en algún momento despegar. Frecuentemente podemos invertir el enfoque, cuando realmente debiéramos potenciar nuestras habilidades y dones.

Con todo este ejercicio, lo valioso es darse cuenta que poco importa seguir preocupándonos por si somos insoportables o no a los demás, sino el enfoque está de adentro hacia afuera, una persona con fortaleza interna es una persona emocionalmente estable, hábil para desempeñarse en un ambiente demandante y cambiante, es una persona que acepta la diversidad y entiende que cierta parte de lo que ellos sufren y trabajan en el interior, lo puede estar también sufriendo y trabajando “el otro”, cuando esto sucede entonces nos espejeamos y vamos trabajando la empatía.