¿Te llevas pesado con tus amigos? Esto les estás haciendo…

Llevarse pesado con los amigos puede ser complejo de entender, especialmente para quien no entiende la relación, pero les vamos a contar los beneficios.

Todos tenemos una forma en la que nos llevamos con nuestros amigos más cercanos, ya sean apodos, bromas internas o un poquito de burla entre todos, pero parece que este tipo de «juego» es más recomendable de lo que sabíamos.

Según un estudio del Journal of Language and Social Psychology (revista académica especializada en cómo el lenguaje, la comunicación y la interacción social afectan las relaciones humanas), cuando los amigos se hacen bromas o «roastean», se fortalece el lazo de amistad.

Se trata de un tipo de humor conocido como teasing pro-social (o burla amistosa), que busca generar conexión, no herir. Estas bromas muestran que se conocen bien y que están cómodos entre ellos. También ayudan a reírse de uno mismo, mantener la humildad y fortalecer la relación.

¿Molestas a tus amigos? Esto les estás haciendo…

Las investigaciones muestran que bromear entre amigos puede crear un ambiente seguro y relajado, donde cada uno se siente libre de ser él mismo. El teasing cumple funciones como:

  • Fortalecer los lazos entre las personas.
  • Sirve como una forma indirecta de dar retroalimentación o corregir sin confrontación.
  • Permite probar los límites de la relación, y cuando la broma es bien recibida, la amistad se hace más fuerte.
  • Estas bromas suelen funcionar como una especie de «juego social», donde todos entienden que no hay intención de hacer daño. Para que esto funcione, es clave que exista contexto, confianza y señales claras de humor.

Un poquito de «saña» controlada es ideal para ver si son en verdad cercanos con sus amigos, pero recuerden que el que se lleva aguanta.

¿Por qué pasa esto?

Cuando alguien se burla de ti en un entorno de confianza puede hacerte sentir incluido, incluso apreciado. Además: 

  • Demuestran confianza: Para hacer una broma personal, necesitas estar seguro de que el otro no se va a ofender. Eso significa que hay una relación sólida.
  • Ayudan a conocerse más: Bromear sobre cosas personales muestra que los amigos se observan y entienden.
  • Crean un espacio seguro para reírse de uno mismo: Al aceptar una broma con humor, la persona muestra que no se toma tan en serio y que está abierta a compartir sus defectos sin vergüenza.
  • Sirven para equilibrar la relación: A veces, si un amigo se cree superior o perfecto, una broma lo baja un poco de su pedestal de forma divertida y sin ofender.
  • Fomentan la igualdad: Todos se burlan de todos. Nadie está por encima. Eso crea cercanía y evita tensiones.

Otra cosa importante es que la seriedad no muestra tanta calidez que digamos, pero un grupo con risas es uno en el que nos podemos sentir más cómodos.

Mucha risa, pero ¿dónde termina? basta de molestar

Entendemos que reírse es importante, pero también debemos considerar que todo tiene un tiempo, lugar y límite. Hay momentos donde los chistes se convierten en crueldad, y a veces no nos damos cuenta (o en el peor de los casos sí), y eso se ve cuando:

  • El que recibe la broma se siente incómodo.
  • Pierde el equilibrio: siempre se repite el mismo blanco.
  • La intención es herir o humillar.

¿Ven? El humor no debería usarse para lastimar a otros. Es bueno ir turnando y midiendo lo que decimos a otros, por que podríamos terminar lastimando a nuestros amigos.

Para saber si una broma es buena, usamos tres cosas:

  • Conocemos a la persona que hace la broma.
  • Escuchamos cómo lo dice: si lo dice en broma, con un tono amable.
  • Vemos su cara y lenguaje corporal: si se ríe, si está relajado. Así, entendemos si lo que dijo fue con cariño o con mala intención.

La diferencia entre una broma amistosa y una burla mala o bullying está en la intención y el consentimiento. En una buena broma, todos se ríen. En el bullying, uno se ríe a costa del otro.

No se pasen gente, todos tenemos inseguridades, y es mejor cuando nuestros amigos nos apoyan, porque ahí es donde se demuestra la verdadera amistad, cuando conocemos a nuestros amigos y nos apoyan en los momentos difíciles, o simplemente entienden cuando la «broma» ha ido demasiado lejos.