Todo sobre las hemorroides

Les vamos a explicar todo sobre las hemorroides, cómo hacerle para prevenir que les salgan y evitar una cirugía dolorosa.

¿Sabían que el 50% de la población tiene o va a tener hemorroides en algún momento de su vida, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud? Jorge Santín, Expresidente de la sociedad de Colón, nos va a decir cómo podemos evitar las molestas hemorroides.

¿Qué pasa con la hemorroides y la salud?

Se estima que alrededor del 40% de la población adulta mundial sufre o ha sufrido de hemorroides en algún momento de su vida, según la Organización Mundial de la Salud. La edad más afectada por esta enfermedad es entre los 45 y 65 años, y aproximadamente el 10–20% de los casos requieren intervención quirúrgica.

En Estados Unidos se reportan más de 3.5 millones de consultas médicas al año relacionadas con hemorroides. Los tratamientos médicos y quirúrgicos generan costos de más de 800 millones de dólares anuales en ese país.

¿Qué son las hemorroides?

Son venas hinchadas en el ano y la parte inferior del recto. Son similares a las varices. Pueden desarrollarse en el interior del recto, denominadas hemorroides internas. También pueden desarrollarse bajo la piel que rodea el ano, denominadas hemorroides externas.

¿Cuáles son los tipos y síntomas?

Los síntomas suelen depender del tipo de hemorroide que se desarrolle, por ejemplo:

Hemorroides internas: Las hemorroides internas se encuentran en el interior del recto. Normalmente no se ven ni se sienten, y rara vez causan molestias. Pero el esfuerzo o la irritación al defecar pueden producir:

  • Sangrado indoloro durante la defecación. Es posible que observes pequeñas cantidades de sangre de color rojo brillante en el papel higiénico o en la taza del baño.
  • Es una hemorroide que se desliza a través del orificio anal, llamada hemorroide prolapsada o protruida. Esto puede causar dolor e irritación.

Hemorroides externas: Se encuentran bajo la piel que rodea el ano. Los síntomas pueden ser los siguientes:

  • Picazón o irritación en la región anal.
  • Dolor o molestia.
  • Hinchazón alrededor del ano.

Hemorroides trombosadas: La sangre puede acumularse en una hemorroide externa y formar un coágulo, denominado trombo. Una hemorroide trombosada puede causar:

  • Dolor intenso.
  • Hinchazón.
  • Inflamación.
  • Un bulto duro y descolorido cerca del ano.

¿Cuáles son las causas?

Las venas que rodean el ano tienden a estirarse bajo presión y pueden abultarse o hincharse. Las hemorroides pueden desarrollarse por un aumento de la presión en la parte inferior del recto debido a:

  • Realizar esfuerzos al hace del baño
  • Permanecer sentado durante largos periodos de tiempo, especialmente en el inodoro.
  • Tener diarrea o estreñimiento crónicos.
  • Tener obesidad.
  • Un embarazo.
  • Tener relaciones sexuales anales.
  • Seguir una dieta baja en fibra.
  • Levantar regularmente objetos pesados.

¿Cuáles son los factores de riesgo?

Las hemorroides pueden afectar a cualquiera, pero ciertos factores aumentan la probabilidad de padecerlas:

  • Estreñimiento crónico o esfuerzo al evacuar
  • Pasar mucho tiempo sentado, especialmente en el baño
  • Dieta baja en fibra
  • Sobrepeso u obesidad
  • Embarazo, debido al aumento de presión en la zona pélvica
  • Edad avanzada, ya que los tejidos que sostienen las venas anales se debilitan

¿Cómo se diagnostican?

El diagnóstico de las hemorroides internas puede incluir un examen del canal anal y del recto.

  • Examen digital. Se introduce un dedo con guante lubricado en el recto. De este modo, el médico podrá detectar cualquier anomalía, como tumores.
  • Inspección visual. Las hemorroides internas suelen ser demasiado blandas para palparlas durante un tacto rectal. Tu doctor puede examinar la parte inferior del colon y el recto con un instrumento como un anoscopio, un proctoscopio o un sigmoidoscopio.

Se hace una colonoscopia si:

  • Los síntomas sugieren que podrías tener otra enfermedad del aparato digestivo.
  • Tienes factores de riesgo para cáncer colorrectal.
  • Eres de mediana edad y no te has hecho una colonoscopia recientemente.

¿Cuáles son los tratamientos?

Pastillas: Puede que las hemorroides solo provocan un leve malestar. En este caso, se recomiendan cremas, ungüentos, supositorios o compresas que se pueden comprar sin receta médica. Estos productos contienen ingredientes como avellano de bruja (hamamelis), o hidrocortisona y lidocaína, que pueden aliviar temporalmente el dolor y la picazón.

Trombectomía de hemorroides externas 

Si se ha formado un coágulo de sangre doloroso dentro de una hemorroide externa, el doctor puede extirparla. La extirpación puede proporcionar alivio inmediato. Este procedimiento, realizado con un medicamento que adormece una parte del cuerpo, también llamado anestésico local, funciona mejor cuando se hace en las 72 horas siguientes a la aparición de un coágulo.

¿Hay procedimientos menos invasivos?

Ligadura con liga elástica. Se coloca una o dos ligas elásticas diminutas alrededor de la base de una hemorroide interna para cortar su flujo sanguíneo. La hemorroide se seca y cae en una semana.

La ligadura hemorroidal puede ser incómoda y ocasionar sangrados. El sangrado puede comenzar entre 2 y 4 días después de la intervención, pero rara vez es de gravedad. A veces, pueden producirse complicaciones más graves.

Se inyecta una solución química en el tejido hemorroidal para reducirlo. Aunque la inyección apenas causa dolor, puede ser menos eficaz que la ligadura con liga elástica.

Coagulación. Las técnicas de coagulación utilizan láser, luz infrarroja o calor. Hacen que las pequeñas hemorroides internas sangrantes se endurezcan y se arruguen. La coagulación tiene pocos efectos secundarios y suele causar pocas molestias.

Procedimientos quirúrgicos 

Solo un pequeño porcentaje de personas con hemorroides necesitan cirugía para extirparlas. Sin embargo, si otros tratamientos no han funcionado o si hay hemorroides grandes, se recomiendan los siguientes procedimientos:

  • Extirpación de hemorroides, también llamada hemorroidectomía: Se elimina el tejido sobrante que origina la hemorragia mediante una de varias técnicas. La intervención puede realizarse con anestesia local. También puede utilizarse anestesia raquídea o anestesia general.

Es la forma más eficaz y completa de tratar las hemorroides graves o recurrentes. Las complicaciones pueden incluir dificultad temporal para orinar, lo que puede derivar en infecciones de las vías urinarias. Esta complicación se produce principalmente después de la anestesia raquídea.

La mayoría de las personas sienten algo de dolor después de la intervención, que puede aliviarse con medicamentos. Sumergirte en un baño caliente también puede ayudar.

  • Grapado de hemorroides: Este procedimiento, denominado hemorroidopexia con grapas, bloquea el flujo sanguíneo al tejido hemorroidal. Normalmente se utiliza solo para las hemorroides internas.

El grapado suele ser menos doloroso que la hemorroidectomía y te permite reincorporarte antes a tus actividades habituales. Sin embargo, en comparación con la hemorroidectomía, el grapado se ha asociado a un mayor riesgo de reaparición de las hemorroides y de prolapso rectal. El prolapso rectal ocurre cuando una parte del recto se desliza fuera del ano.

Las complicaciones también pueden incluir sangrados, problemas para vaciar la vejiga y dolor. Una complicación poco frecuente es una infección de la sangre potencialmente mortal denominada septicemia.

¿Cuáles son las complicaciones que se pueden presentar?

Las complicaciones de las hemorroides son poco frecuentes, pero pueden incluir:

  • En raras ocasiones, la pérdida continua de sangre por hemorroides puede causar anemia. La anemia se produce cuando no hay suficientes glóbulos rojos sanos para transportar oxígeno a las células del organismo.
  • Hemorroide estrangulada. Cuando se interrumpe el suministro de sangre a una hemorroide interna, la hemorroide se conoce como estrangulada. Las hemorroides estranguladas pueden causar un dolor extremo.
  • Coágulo sanguíneo. A veces puede formarse un coágulo en una hemorroide. Esto se conoce como hemorroide trombosada. Aunque no es peligrosa, puede ser extremadamente dolorosa y a veces es necesario drenarla.

¿Cómo se pueden prevenir las hemorroides?

Come alimentos ricos en fibra. Consume más frutas, verduras y granos o cereales integrales. Esto ablanda las heces y aumenta su volumen. Esto te ayudará a evitar los esfuerzos que pueden causar hemorroides. Incorpora fibra a tu alimentación de a poco para evitar problemas de gases.

Bebe muchos líquidos. Bebe de seis a ocho vasos de agua y otros líquidos al día para ayudar a que las heces sean blandas. Evitar el alcohol también puede ayudar.

Considera tomar suplementos de fibra. La mayoría de la gente no ingiere suficiente fibra en su dieta. Los estudios han demostrado que los suplementos de fibra de venta sin receta, como el psilio (Metamucil, Konsyl, otros) o la metilcelulosa (Citrucel), pueden disminuir los síntomas y el sangrado de las hemorroides.

Si utilizas suplementos de fibra, asegúrate de beber al menos ocho vasos de agua u otros líquidos cada día. De lo contrario, los suplementos de fibra pueden causar estreñimiento o empeorarlo.

No hagas fuerza. Hacer mucho esfuerzo y contener la respiración al intentar evacuar las heces crea una mayor presión en las venas de la parte inferior del recto.

Haz ejercicio. Mantente activo para prevenir el estreñimiento y reducir la presión sobre las venas. El ejercicio también puede ayudarte a perder el exceso de peso que podría estar causando tus hemorroides o empeorándolas.

Evita estar sentado durante periodos largos. Estar sentado demasiado tiempo, sobre todo en el inodoro, puede aumentar la presión sobre las venas del ano.