Oaxaca. Con el sentimiento a flor de piel, miles de oaxaqueños se dan cita en los panteones de la entidad para reencontrarse con sus seres queridos.
Algunos desde la noche de ayer, como en el municipio de Santa Cruz Xoxocotlán, conurbado a la capital del estado, otros desde los primeros minutos de la mañana como en los panteones General y Jardín, también de la zona metropolitana.
Es el caso de Luis Alberto, que desde muy temprano llegó al Panteón General, a la tumba donde yacen sus abuelos para pintarla y arreglarla.
Después, junto con su familia, que con amor lo acompaña en las labores, continuaría en el Panteón Jardín donde se reencontrará con su padre.
“Ellos mueren, pero los recordamos siempre. Ellos están vivos, cómo no”, dice Luis Alberto.
“Todavía tengo que ir a ver a mi padre que en paz descanse, que está en el panteón Jardín; ahí estar un rato con ellos y de ahí nos regresamos a la casa para hacer un pequeño convivio con mi familia para recordarlos. Qué bonito era cuando estaban ellos”.
Pedro también acudió al Panteón General de Oaxaca para recibir a su papá y a su mamá, quienes fallecieron en diciembre de 2015 y junio de 2016.
El ciudadano, junto con su familia, limpia la tumba donde permanecen los restos y posteriormente rezarán un rosario.
“Ahorita estamos preparando la limpieza de la tumba, se va a adornar con flores. Aquí tenemos a mi papá y a mi mamá que van a cumplir 10 años de fallecidos.
“Ponemos las veladoras, las flores y rezamos. Hacemos un pequeño rosario en su memoria”.
Después, regresarían a casa para esperarlos junto al altar y pasar con ellos hasta el día de mañana. Una tradición que, dice, nunca debe de morir.
“El tradicional altar que consiste en ponerles las cosas que les gustaban… siempre están con nosotros…
“Ellos siguen viviendo en nuestros corazones; al menos en la familia, que somos los hermanos, y con mucho gusto vamos a esperar su visita hoy en la noche”.
Desde hace 47 años, José Manuel y su familia acude a recibir a su madre, Brisia Inés, que partió de este mundo cuando José tenía 19 años.
Nunca fallan. Cuando él no puede llegar el primero de noviembre acuden sus hijos.
“Yo vengo a visitar a mi madre, a mis abuelos, a mi papá y a mi hermano, que ya partieron. Es una tradición, pero a la vez un sentimiento que se tiene hacia nuestros seres queridos.
“Cuando tú estás viendo y viniéndolos a ver, sientes la presencia de ellos, por eso ve, toda la algarabía que hay”.
A José Manuel, durante la mañana de hoy, todavía le espera un amplio recorrido.
“La mayoría está acá (en el Panteón General), pero tengo familiares en diferentes partes: en Pueblo Nuevo, en Ixcoteñ, en el Panteón Jardín. Hacemos un recorrido visitando a la familia.
“Ahorita estoy con mi madre, ahorita me voy con mi abuelo. Vengo de mi abuela, mi padre y mi hermano; pasé a ver a mi suegra; o sea, te haces un recorrido de todo el día.
“Mi mamá aquí lleva desde cuando yo tenía 19 años y yo ahorita tengo 67 años. Año con año: cuando no estoy yo vienen mis hijo; ahora ellos están fuera, pero aquí estoy”.



