En los últimos años, la seguridad en la jubilación ha mejorado en México a nivel nacional, en comparación con otros países y con el desempeño que había tenido antes, aunque aún no significa que esté bien. Sin embargo, la decisión de cuándo ha llegado el momento retirarse, de jubilarse de un empleo, debe considerar también factores personales.
México se encuentra en el lugar 35º en el Índice Global de Jubilación 2025, publicado hace unos días. Según este ranking, elaborado por Natixis IM, el país subió cinco posiciones en los últimos dos años gracias a avances que tuvo en los sus evaluaciones en los subíndices Bienestar material, Salud y Finanzas para el retiro.
Aunque esta es sin duda una buena noticia, hay que señalar que este Índice se hace con 44 países, lo cual sitúa a México en la cuarta parte más baja de la tabla, justo por arriba de la Federación Rusa. Aun así, el país es el mejor posicionado de los cuatro latinoamericanos que considera el ranking, pues está por arriba de Chile (posición 37), Brasil (40) y Colombia (43).
Por otra parte, “(e)l puntaje general de México mejora de 51% a 54%, reflejando una tendencia positiva en acceso y calidad de vida en la vejez”, señala la organización Natixis IM en un comunicado.
A nivel global, el Índice muestra la ventaja que tienen los países más pequeños en materia de jubilación, ya que sólo un país desarrollado, Alemania, se encuentra dentro del top ten (en el octavo lugar).
Los mejores lugares de este año en el ranking corresponden a Noruega, con una puntuación general del 83%, Irlanda (82%), Suiza (81%), Islandia (79%), Dinamarca, que pasó del noveno al quinto lugar y empata en la calificación 79% con el cuarto y el sexto, Países Bajos.
Planificar el momento de retirarse no es para todos
Las consecuencias de no planificar adecuadamente el momento de retirarse pueden ser graves para la salud mental y la física, y esto es especialmente importante para quienes se ven obligados a retirarse por algún impedimento propio o ajeno (como la obligación de cuidar a un familiar) y para quienes lo hacen simplemente porque les llegó el tiempo de la jubilación.
De acuerdo con un estudio realizado en Estados Unidos con decenas de miles de personas mayores de 50 años a quienes monitorearon durante 14 años, las personas jubiladas muestran, en promedio, más signos de depresión que quienes aún trabajan, y el consumo excesivo de alcohol puede agravar sus síntomas.
La investigación, reportada a principios de este año en la revista Aging and Mental Health, mostró un panorama complejo y señala la necesidad de brindar apoyo a las personas jubiladas para ayudarles a adaptarse al cambio.
Sobre todo, el equipo encabezado por Antonia Díaz-Valdés, destaca la importancia de ayudarse a encontrar mecanismos alternativos para afrontar su nueva situación distintos al consumo excesivo de alcohol.
En el libro “Salud y jubilación”, María de los Ángeles Aguilera Velasco, explica que la planificación no es posible para todas las personas.
A partir de un análisis de parte del personal docente de la Universidad de Guadalajara, Aguilera Velasco señala que “la planificación de la jubilación fue una actividad necesaria y posible en aquellas personas que tuvieron relaciones de pareja o familiares armoniosas, sustento seguro y apoyo familiar”.
Sin embargo, aclara la especialista en ciencias de la salud en el trabajo, “planificar la jubilación resultó imposible e impensable en las personas provenientes de entornos laborales y familiares problemáticos, con dependientes enfermos” y para quienes consideran que lo que suceda en sus vidas depende de situaciones ajenas a ellas y no de sus propias decisiones.
“En la falta de planificación en los profesores universitarios prejubilados, se observaron sentimientos de abandono, depresión y disgusto con la familia o los seres queridos”, añade.
Epílogo
Aguilera Velasco concluye que uno de los factores fundamentales para tener un buen retiro es “mantenerse activos es muy valorado durante la jubilación, para sentirse bien consigo mismos y tener un alto nivel de autoestima”.
Con base en sus señalamientos sobre si podría sumarse otro factor importante: procurar hacer las paces con nuestra historia de vida y las personas que nos rodean.