¿Por qué hablamos en diminutivo en México?

México es el país del “ito”: cafecito, ratito, besito, momentito. Un diminutivo que usamos para suavizar, para expresar cariño… o para evadir. Pero, ¿qué dice esto de nuestra forma de ser y de comunicarnos? Aquí van a descubrir por qué los mexicanos le ponemos “ito” a todo y qué revela eso sobre nuestra cultura, obviamente con Paulina Chavira.

¿Por qué hablamos en diminutivo en México?

¿Alguna vez has dicho “¿Me das un taquito?”, “¡Ven tantito!”, o “Te mando un mensajito más tarde”? Si eres mexicano, probablemente sí, y no es solo por costumbre: tiene que ver con nuestras raíces.

Según un artículo de la UNAM, el uso constante del diminutivo tiene que ver con la influencia del idioma náhuatl en el español de México, siendo esta una de las diferencias más notorias entre el español de México al de España.

Explicación histórica de la razón por la que hablamos con «Ito»

Durante la época colonial, en la Nueva España, se hablaba el español y otras lenguas originarias al mismo tiempo, entre ellas el náhuatl. En ese contexto bilingüe, la gente aprendía español, hablaban con sus criados o niñeras en náhuatl, y así se fueron mezclando ciertos rasgos de las lenguas indígenas con el español.

En el náhuatl, por ejemplo, era común agregar cosas como “-ton” o “-tontli” para hacer sonar el Por ejemplo: mazáton (“venadillo”), mazatontli (“venadito”).  Así, el español de México tomó esa costumbre de “hacer chico” lo que se nombra, no sólo animales o personas, sino adverbios, saludos, objetos… hasta el “ahorita”, “adiosito”, “molecito”.

¿Cuál es su función? 

  • Cariño o cercanía: “mamita”, “chiquito”, “gatito”. Es como suavizar la palabra, ponerle ternura.
  • Suavizar un pedido o situación: “¿Me das tantito?” Suena más amable, menos exigente.
  • Expresar algo pequeño o pasajero: “Sólo un ratito”, “un momentito”.
  • Como un puente emocional: Suavizan el lenguaje y crean una atmósfera de intimidad y complicidad entre quienes hablan.
  • A veces ironía o disminución de importancia: “Un negocito” para algo que en realidad es grande o serio.

En México, esta costumbre es tan cotidiana que muchas veces ya ni nos damos cuenta de que decimos “casita”, “momentito”, “frijolitos”

Aquí unos ejemplos de hablar con diminutivos

Desde el famoso “ahorita llego” hasta el pedir amablemente «un cafecito», estas son algunas frases en las que se usa el «Ito».

  • Te dicen “ahorita” para que te relajes, aunque les falten 10 minutos o una hora. La tía que nunca perdona el clásico “¡te veo más gordito!”.
  • Pero eso sí, en diminutivo para suavizar el mensaje, aunque este no sea tan amable.
  • Las amigas que se juntan, y aunque ya sea de noche, siempre sueltan el clásico: “¿te preparo un cafecito?”.
  • “Dame tantito.” (aunque no sepan cuánto es tantito).
  • “Espérame un ratito.” (y desaparecen).
  • “Voy a tardar poquito.” (spoiler: no es poquito).
  • “Nos vemos al ratito.” (que puede ser en dos horas o mañana).
  • “Hazme un favorcito.”
  • “Te mando un mensajito.”
  • “¿Me das un vasito de agua?”
  • “Mi perrito es lo máximo.”
  • “Qué niñito tan lindo.”
  • “Ven, mi amorcito.”
  • “Mi mamita
  • “Tu casita está preciosa.”
  • “Fue un golpecito nada más.” (aunque haya sido un madrazo).
  • “Me costó un dinerito.” (cuando en realidad fue carísimo).
  • “Traigo un problemita.” (cuando es un problemón).
  • “Solo fue un detallito.” (cuando en verdad fue un regalo enorme).

Y ¿el nahuatl?

Como mencionamos antes, el Nahuatl utiliza los diminutivos a la hora de describir cosas por ejemplo:

  • CalliCallitzin (“casita”)
  • AtlAtl-tzin (“agüita” o “pequeño río”)
  • MetlMetztzin (“magueycito”)
  • ChichiChichitzin (“perrito” o “pequeño perro”)
  • OllinOllintzin (“movimientito”)
  • TlālliTlallitzin (“tierrita”)
  • CoatlCoatl-tzin (“serpientita”)
  • CuauhtliCuauhtlitzin (“aguilita”)
  • XochitlXochitl-tzin (“florecita”)
  • ChīlliChīllitzin (“chile pequeño”)

Especialista: Paulina Chavira. Asesora lingüística y comentarista de fútbol femenil. Es autora del libro Antimanual de lenguaje igualitario. Para todos, todas, todxs y todes, no te enredes. Fue editora de The New York Times en Español.