Amor no correspondido: cuando el cerebro se enamora solito

Si eres de las que está aferrada con un fulano o fulana que no tiene interés en ti, es momento de que leas esto sobre el amor no correspondido.

Nuestro querido Mario Guerra, Psicoterapeuta, tanatólogo, coach ontológico, hipnoterapeuta certificado internacionalmente, conferencista y rockstar del amor, te va a contar de esa situación en la que casi todas hemos estado y como evitar ser una del montón.

El amor no correspondido y las historias que te cuentas

Esto no es solo una nota sobre amor no correspondido, es sobre algo que está pasando ahora mismo, esos vínculos donde tú das, imaginas, esperas, construyes historias completas en tu cabeza, mientras la otra persona apenas sabe que existes. O peor aún, sabe que existes, pero te da solo lo suficiente para que sigas ahí.

Lo que sientes tiene nombre, un “vínculo emocional unilateral”. Puede ser un situationship eterno donde tú pones todo y recibes migajas, puede ser alguien que conoces, un amigo con quien hay «algo» que nunca se concreta, o esa expareja con quien quedaron cosas pendientes y sigues esperando que regrese.

Por ejemplo, el Dr Pärttyli Rinne y su equipo de la Universidad de Aalto en Finlandia publicaron en 2024 un estudio en la revista Cerebral Cortex que afirma que cuando imaginas sentimientos de amor o una conexión emocional, tu cerebro activa las mismas áreas relacionadas con el sistema de recompensa y la cognición social que se activan cuando esa conexión es real. Por eso, aunque toda la historia sea tuya, el cuerpo la vive como verdad. Pero la cuestión no es «¿por qué me gusta?» La pregunta es, «¿por qué sigo aquí si ya vi que esto no va a ningún lado?»

El test para que veas que tan enganchada estás

Les vamos a dar 10 situaciones, mientras las leen, piensen en esa persona que se les vino a la mente desde que leyeron el título de esta nota, y para cada situación, respondan con toda honestidad: Sí, No, o A veces.

  1. ¿Revisas su perfil o historias más de una vez al día (o si no, piensas en él o ella)?
  2. ¿Analizas cada mensaje o posteo suyo buscando señales ocultas de que le interesas?
  3. ¿Has inventado excusas para iniciar una conversación o para estar cerca?
  4. ¿Te imaginas escenarios futuros con esta persona aunque no hayan definido nada?
  5. ¿Sientes ansiedad cuando tarda en responder o te deja en visto?
  6. ¿Has rechazado o perdido interés en otras personas disponibles porque estás enfocada en esta?
  7. ¿Te encuentras justificando su falta de interés o esfuerzo? Ya sabes, está ocupado, tiene miedo al compromiso, no es buen momento…
  8. ¿Esta situación te recuerda a otras relaciones donde dabas más de lo que recibías?
  9. ¿Has llorado o perdido el sueño por esta persona que ni siquiera es tu pareja?
  10. ¿Sabes en el fondo que esto no va a pasar, pero no puedes dejarlo ir?

Ahora sí, la evaluación… cada SÍ vale 2 puntos, cada A VECES vale 1 punto y cada NO vale 0 puntos

Si sacaste entre 0 y 6 puntos: Alerta temprana. Estás en terreno seguro, con claridad y sin perder tu centro. Hay atracción o interés, pero sin quitarte paz. Mantén la consciencia y cuida tus límites para evitar que esto escale. Lo que veremos hoy te ayudará.

Si sacaste entre 7 y 13 puntos: Zona de riesgo

Estás en la zona gris: apego unilateral, invirtiendo más de lo que recibes y tu paz mental comprometida. Aún puedes reorientarlo, pero pregúntate: ¿qué obtengo al estar así? Los pasos de hoy son clave para ti; presta atención.

Si sacaste entre 14 y 20 puntos: apego ansioso instalado

Alerta roja: Estás en una trampa de un patrón de apego ansioso emocional que afecta tu paz, autoestima y capacidad de crear vínculos sanos. Reconocerlo es el primer paso, pero salir requerirá trabajo consciente y explorar por qué eliges estos vínculos. Necesitas actuar ahora.

¿Por qué seguimos buscando respuestas en la nada?

Porque no se trata nomás de «es que me gusta mucho» o «es que tiene algo especial». Hay razones psicológicas profundas que explican por qué tu cerebro se niega a soltar la idea.

El cerebro odia las historias sin cerrar. Cuando algo queda inconcluso (una posibilidad, un casi algo, una ilusión) el cerebro se aferra porque no quiere experimentar pérdida. Es el mismo mecanismo que te hace ver una serie completa aunque ya no te guste, tu mente necesita saber cómo termina. Aunque ya sepas que el final no va a ser el que esperas, prefieres quedarte a soltar.

La fantasía de ser elegida toca algo muy antiguo. No se trata solo de que esa persona te corresponda. Se trata de ser vista, reconocida, validada. Y cuando alguien no te elige, se activa algo profundo: esa parte de ti que alguna vez aprendió que el amor había que ganárselo, que había que esforzarse para ser digna de atención, que no eras suficiente tal como eras.

Los ecos del pasado tienen más poder del que creemos. A veces esa atracción obsesiva no es realmente por la persona que está enfrente. Es un eco de relaciones anteriores con figuras masculinas importantes en tu vida. Puede ser el padre ausente emocionalmente, el hermano que te ignoraba, la primera pareja que te enseñó que el amor duele. Son patrones que aprendiste tan temprano que ni siquiera los ves: amor es esperar, amor es esforzarse sola, amor es conformarte con migajas.

El verdadero gancho no es que te hayas enamorado de esa persona. Estás enganchada al patrón, replicando una dinámica que te resulta dolorosamente familiar.

¿Cómo esto afecta a tu vida? y ¿por qué no deberías tomártelo a la ligera?

Este tipo de vínculos no son inocentes, tienen un costo real en nosotras.

En tu autoestima: Sentir una y otra vez que no te eligen reactiva todas tus heridas viejas. Esa niña interior que aprendió a ganarse el afecto vuelve a aparecer, y cada vez que esa persona no responde como esperabas, cada vez que te deja en visto, cada vez que cancela planes, tu autoestima recibe otro golpe silencioso. Te empiezas a preguntar: ¿qué hay de malo en mí?

En tus relaciones reales: Cuando inviertes energía emocional en vínculos imposibles, tu vida se estanca. Conoces a alguien que sí te busca, que sí está disponible, que sí te trata bien, pero no te emociona porque estás comparando todo con la intensidad artificial de tu fantasía, y así, rechazas posibilidades reales por perseguir ilusiones.

En tu salud mental: Este tipo de apego alimenta la ansiedad constante. Vives checando el teléfono, vives en una montaña rusa emocional, te convences de que si fueras más interesante, más atractiva, más lo que sea, la cosa cambiaría. Y mientras tanto, tu bienestar emocional se va desgastando, te vuelves la versión ansiosa de ti misma.

Y ahora, ¿cómo salgo de aquí?

Ese vínculo imposible es un espejo que te muestra lo que buscas afuera y no has reconocido en ti. Es una oportunidad para entender el amor que anhelas, de quién esperas validación y por qué eliges patrones de relaciones ya conocidos. Cuando ves el patrón, no solo a la persona, entiendes por qué eliges a quien no te elige, y cómo te relacionas con el amor y la valía. Les compartimos cinco pasos para salir del loop:

Paso 1.Nómbralo sin vergüenza: di en voz alta o escríbelo: «Me importa esta persona y no me corresponde, punto». No le des vueltas, no lo justifiques, reconoce que dolió, que fue real para ti, que no estás loca. Nombrarlo sin justificarlo rompe la fantasía, llámale a una amiga y díselo, escríbelo en tu diario, grábate un audio, pero por favor ya saca eso de tu cabeza y dale forma de palabras.

Paso 2. Haz el ejercicio de los patrones repetidos: saca papel y pluma y escribe, ¿a quién más me recuerda esta situación? ¿cuántas veces he estado en una dinámica donde yo doy más? ¿qué tienen en común las personas de las que me enamoro? ¿son emocionalmente disponibles o siempre hay algo que los hace inalcanzables?

Paso 3. Detox digital inmediato: si sigues revisando su perfil, dándole like a todo, inventando excusas para escribirle, tu cerebro va a seguir alimentando la ilusión. El plan que deberías tomar es silenciar sus historias en todas las plataformas, si hace falta, deja de seguirlo temporalmente. Borra las conversaciones viejas que relees cuando estás triste. Mientras te sigas exponiendo, tu cerebro seguirá generando dopamina y expectativas.

Paso 4. Redirige esa energía hacia algo tuyo: toda esa capacidad que tienes para imaginar, para sentir intensamente, para entregarte, úsala para ti. Canaliza esa intensidad emocional en un proyecto personal, en fortalecer una amistad real, en aprender algo nuevo. El amor no se cancela, se transforma, y tú puedes decidir transformar toda esa energía en algo que sí te nutra.

Paso 5. Explora el origen con honestidad: si este patrón se repite constantemente, si siempre te enamoras de quien no está disponible, si siempre terminas dando más de lo que recibes, vale la pena ir más profundo. A veces las relaciones que tuviste, por ejemplo, con las figuras masculinas importantes de tu vida (padre, hermanos, primeras parejas), todos moldean completamente la forma en que eliges hoy. Entender esos vínculos originales, sanarlos, reconfigurarlos, puede cambiar radicalmente cómo te vinculas en el presente.

Y ahora que ya sabes qué hacer, te dejamos este último dato

El cerebro puede crear conexiones donde no las hay, pero el corazón madura al entender que no necesitas que alguien te elija para sentirte completa. Lo que más duele soltar no es la persona, sino la esperanza de ser vista o la fantasía de que el valor depende de la elección de otro. La verdad es que ya eres suficiente, hoy, sin que nadie te elija, al ver esto, dejarás de buscar validación en lugares vacíos y construirás vínculos de amor mutuo, sin esfuerzo ni adivinanzas. Las señales siempre han estado ahí, la cuestión es si estás lista para actuar.