En Oaxaca, colectivas feministas, defensoras de derechos humanos y activistas lanzaron un fuerte llamado de emergencia: en los últimos tres años se han registrado 280 feminicidios y mil 139 mujeres desaparecidas en el estado.
Las organizaciones señalaron que estas cifras reflejan mucho más que datos estadísticos: representan vidas truncadas, familias devastadas y comunidades enteras afectadas por la violencia y la impunidad, una combinación que —dicen— ha permitido que esta crisis continúe sin respuestas efectivas del Estado.
En su pronunciamiento previo a la marcha por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, denunciaron que las instituciones encargadas de impartir justicia simulan, archivan y retrasan investigaciones, generando procesos que revictimizan a madres y familiares que siguen buscando a sus hijas.
Aseguraron que, además, las mujeres que defienden su territorio enfrentan desplazamientos forzados, provocados —señalan— por intereses transnacionales, políticos o incluso militares, mientras los megaproyectos avanzan sin considerar el impacto en las mujeres y las infancias.
Las colectivas también reprobaron la represión que, afirman, se ejerce contra movimientos feministas. Criticaron que el discurso oficial de paz y bienestar no corresponde con la realidad que viven diariamente las oaxaqueñas: niñas violentadas, mujeres desaparecidas, comunidades criminalizadas.



