La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aseguró que el país no está entregando agua a Estados Unidos por encima de lo establecido en el Tratado de Aguas de 1944, ni comprometiendo el abasto para consumo humano o para el campo mexicano.
Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, la mandataria explicó que, aunque el gobierno estadounidense —encabezado por Donald Trump— solicitó una mayor cesión del recurso, México dejó claro que no es posible cumplir con una entrega adicional, debido a la falta de disponibilidad del agua.
Sheinbaum fue enfática al señalar que no se está cediendo agua que México no tiene, ni afectando a la población o a la actividad agrícola del país. Subrayó que el cumplimiento del tratado se mantiene dentro de los límites legales y bajo criterios de responsabilidad.
Indicó que la negativa a entregar mayores volúmenes responde tanto a condiciones de sequía como a limitaciones físicas en el sistema hídrico, por lo que su gobierno optó por evitar impactos negativos para el país.
La presidenta informó que continúan las reuniones bilaterales para revisar los niveles de lluvia y definir cómo cubrir, en un plazo mayor, los volúmenes que no se han podido entregar debido a la sequía.
Finalmente, aclaró que México no se ha negado a cumplir el tratado, sino que enfrenta una realidad climática que impide cumplir en los tiempos originalmente previstos, por lo que se acordó flexibilizar los plazos, sin rebasar lo que marca el convenio internacional.
