“La economía mundial está entrando en una nueva era de mayor incertidumbre e imprevisibilidad”, advierte Agustín Carstens

Las tensiones comerciales y la geopolítica conflictiva corren el riesgo de exponer profundas fallas en el sistema financiero global, dijo el Banco de Pagos Internacionales, el organismo que agrupa a los bancos centrales, en su última evaluación del estado de la economía mundial.

El director saliente del BIS, a menudo llamado el banco central de los banqueros centrales, el mexicano Agustín Carstens, dijo que la guerra comercial impulsada por Estados Unidos y otros cambios de política estaban desgastando el orden económico establecido desde hace mucho tiempo.

Dijo que la economía mundial estaba en un “momento crucial”, entrando en una “nueva era de mayor incertidumbre e imprevisibilidad”, que estaba poniendo a prueba la confianza pública en las instituciones, incluidos los bancos centrales.

Carstens consideró que “el aterrizaje suave de la economía global que estaba a la vista parece más esquivo” debido a los aranceles del presidente estadounidense, Donald Trump.

“Los aranceles se encuentran en niveles no vistos desde décadas”, dijo al presentar el Informe Anual de 2025 del BPI en una rueda de prensa virtual.

“El impacto que tendrán en la economía global no se puede ver completamente todavía”, señaló Carstens en su última rueda de prensa como director general del Banco porque su mandato concluirá a finales de junio y pasará el testigo al español Pablo Hernández de Cos, antiguo gobernador del Banco de España.

El BPI, que asiste a los bancos centrales de todo el mundo, publicó su Informe Anual de 2025 y celebró la asamblea general anual en su sede de la ciudad suiza de Basilea.

Carstens destacó en la asamblea que todavía hay muy poca claridad sobre el alcance que tendrá la política comercial y que “las reverberaciones se abrirán camino a través de la economía global”, amplificando los problemas existentes.

Por ello, según Carstens, “el impacto completo tardará en mostrarse”.

“Los aranceles se justifican con frecuencia como herramienta para afrontar los desequilibrios comerciales o proteger industrias nacionales”, dijo Carstens

“Pero la experiencia del pasado nos dice que no lograrán esos objetivos”, sino que pueden reducir el crecimiento económico e incrementar la inflación, puntualozó Carstens.

“Los bancos centrales deben equilibrar cuidadosamente entre apoyar el crecimiento y el empleo y prevenir que aumentos temporales de precios se conviertan en una inflación persistente”, recomendó el director general.

Las perspectivas se oscurecen por los aranceles

“A comienzos del 2025, la economía global parecía estar en el camino para lograr un aterrizaje suave”, añadió.

En la mayoría de los países, la inflación llegó a los objetivos de sus bancos centrales o estaba cerca de hacerlo y el crecimiento global superó el 3% en 2024, con tasas de desempleo por debajo de los niveles anteriores a la pandemia.

Las sólidas perspectivas del crecimiento y de desregulación impulsaron las ganancias de las bolsas y mantuvieron los diferenciales de crédito ajustados.

“Pero las perspectivas para la economía se oscurecieron rápidamente en el segundo trimestre después de que Estados Unidos anunciara aranceles más elevados de lo previsto”, dice el BPI en el informe.

Los mercados financieros reaccionaron con una volatilidad no vista desde la pandemia, con el desplome de las bolsas y el aumento de los diferenciales de los créditos a las empresas.

El dólar se depreció pese a que aumentó la rentabilidad de los bonos del Tesoro estadounidense, algo muy inusual.

Las bolsas se estabilizaron y recuperó las pérdidas desde que Trump aplicó una tregua a los aranceles, pero “los mercados de bonos y de divisas reflejan una sensación continúa de aprehensión sobre qué vendrá a continuación”, según el BPI.

Los aranceles debilitarán el crecimiento

Las proyecciones del crecimiento para el 2025 bajaron, y mucho para algunos países.

“Los pronósticos de la inflación muestran una imagen más difusa” porque han sido revisados al alza para Estados Unidos, pero se mantuvieron para otros.

Por ello, algunos bancos centrales pausaron los recortes de los tipos de interés, porque esperan a tener señales más claras de cómo afectarán a la inflación los aranceles.

Pero otros bajaron sus tipos de interés debido a los riesgos, a la baja para el crecimiento por las tensiones comerciales y a la incertidumbre.

De momento, los pronósticos de crecimiento global se han revisado a la baja hasta el 2.7% en 2025 y son solamente un poco más firmes en 2026.

Estos pronósticos son un cuarto de punto porcentual más bajo de lo que se esperaba a comienzos de 2025.

El crecimiento estadounidense ha sido revisado a la baja un punto porcentual, al igual que el de México y Canadá.

El BPI prevé que los aranceles incrementarán mucho la inflación los próximos meses en Estados Unidos, aunque si bien bajará en el 2026 debido al debilitamiento de la economía.

En otros países, estos tendrán un impacto pequeño en el aumento, aunque dependerá de las represalias, de cómo se redireccione el comercio y de los tipos de cambio.