Si no estuviéramos respaldados por la mayoría de los mexicanos y en especial por los pobres, “los conservadores” ya nos habrían derrotado o habríamos tenido que someternos a sus caprichos e intereses convirtiéndonos en “simples títeres o peleles”, reiteró el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Al encabezar el desfile con motivo del 112 aniversario de la Revolución Mexicana dijo que de no contar con esta base social él sería un “pelele de quienes ya se habían acostumbrado a robar y a detentar el poder político y económico en nuestro país”, de quienes ya se sentían los dueños de México.
En su discurso, López Obrador consideró que “es muy aleccionador” el comportamiento de la oposición tuvo durante el gobierno del presidente Francisco I Madero.
Sostuvo que por la complejidad de la situación o “por error político “, Madero no logró hacerse de una base social para sostener su proyecto democrático y enfrentar así a la reacción conservadora”.
Indicó que “la derecha fue la que aprovecho el ambiente de libertades para aglutinar a todos los que sentían amenazados sus intereses y fue articulando una base civil, de apoyo al golpe militar. Incluso, sostuvo, en la CDMX se formó un grupo de jóvenes reaccionarios, de clases medias y altas, que alentaban el cuartelazo y animaban a la población a rebelarse contra el presidente Madero”.
Calificó como nefasta la actuación de “estos fifís”.
Sin embargo, aseguró que la canallada mayor la ejecutaron militares, políticos y el embajador Henry Wilson.
Dijo también que se demostró como los oligarcas, la mayoría de la prensa, los intelectuales acomodaticios y los políticos corruptos suelen ser amigos de mentira y enemigos de verdad.
Aseguró que las fuerzas Armadas nunca han pertenecido a la oligarquía. “Los soldados, marinos y oficiales vienen de bajo y tienen como identidad el México profundo.
Existe una conveniencia fraterna entre el ejército y el pueblo civil”.
Y se congratuló de que con las nuevas reformas el ejército y la armada van a continuar apoyándonos en la seguridad pública.
Las calles por donde pasó el desfile se vieron vacías e incluso en las gradas colocadas en la Plaza de la Constitución tuvieron que ser llenadas con ciudadanos que no tenían boleto de acceso a dichos lugares, que generalmente están reservados para familiares de militares.
Además del presidente, el otro orador fue el secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval, quien ahora no hizo pronunciamientos políticos.
Reiteró su compromiso de la fidelidad de las Fuerzas Armadas a la vida institucional del país “ Nuestro actuar se ajusta permanentemente al orden jurídico que dicta el poder legislativo”, aseguró.
