El poder curativo de la música puede llegar hasta las sensaciones físicas, como el mareo en el auto

Prácticamente todos los seres humanos reconocemos el poder “curativo” que la música tiene sobre nosotros y nuestras emociones; sin embargo, en general no contemplamos la posibilidad de que ese poder llegue más allá de lo emocional, hasta lo físico, pero un sencillo y reciente experimento demuestra lo contrario. 

La sensación física estudiada fue el mareo ocasionado por movimiento, por ejemplo en un auto que pasa por una carretera con muchas curvas, y el descubrimiento fue que escuchar ciertos tipos de música puede ayudar a las personas a recuperarse de esta sensación con mayor eficacia, mientras que la música de otro tipo no lo consiguen.

En concreto, la música suave y alegre produjo los mejores efectos de recuperación, mientras que la música triste fue menos efectiva que no escuchar nada.

“El mareo por movimiento perjudica significativamente la experiencia de viaje para muchas personas, y las intervenciones farmacológicas existentes suelen tener efectos secundarios como somnolencia”, explicó Qizong Yue, de la Universidad del Suroeste de China y autor principal del artículo publicado este miércoles en la revista Frontiers in Human Neuroscience.

“La música representa una estrategia de intervención no invasiva, económica y personalizada”. Qizong Yue.

¿Todo está en tu cabeza?

Yue y su equipo partieron del hecho de que la música puede usarse para aliviar la tensión nerviosa, y pensaron que para las personas que se marean en el coche, esta es una de las peores cosas que les pueden pasar, y la mera posibilidad de que esto les ocurra podría ponerlas tensas y esa tensión podría desencadenar la reacción física y provocar la sensación de mareo.

Así que se propusieron usar la música para evitar la tensión y por tanto el mareo. 

Los investigadores comenzaron desarrollando un simulador para inducir el mareo por movimiento en condiciones controladas. Los participantes, escogidos porque reportaron tener niveles moderados de mareo, usaron gorros de electroencefalograma (EEG) para intentar identificar señales cuantificables de mareo en la actividad cerebral.

Los científicos descubrieron que la música alegre es la más efectiva, pues reducía el mareo en un 57.3%, seguida muy de cerca por la música suave, hasta un 56.7%. La música apasionada redujo el mareo por movimiento en un 48.3%.

En cambio escuchar música triste resultó ser ligeramente menos efectiva que no hacer nada, pues los voluntarios que estaban en el grupo de control informaron una reducción de los síntomas de mareo en un 43.3% después de sólo descansar, mientras que quienes escucharon música triste informaron una reducción del 40 por ciento.

Los científicos señalaron que se necesita más investigación para confirmar estos resultados. “La principal limitación de este estudio es el tamaño relativamente pequeño de la muestra”, explicó Yue en referencia a que se hico sólo con 30 participantes.

Sin embargo, el equió científico considera que es posible que la música suave relaje a las personas, aliviando la tensión que agrava el mareo, mientras que la música alegre podría distraerlas al activar los sistemas de recompensa cerebral. La música triste podría tener el efecto contrario, amplificando las emociones negativas y aumentando el malestar general.