La disciplina es el súper poder ¡qué todas tenemos!

Cuentahabientes, sabemos que están en la búsqueda constante de la fórmula mágica para el éxito y la tranquilidad, por eso les vamos a revelar lo que tienen que saber sobre el súper poder que todas tienen.

Hoy, en lugar de un truco, les traemos una verdad incómoda y poderosa: la llave para resolver el 80% de sus problemas se llama disciplina.

No siempre van a despertar motivadas, inspiradas o llenas de energía para conquistar el mundo. A veces toca levantarse antes que el sol, tomar el rol de líder en su vida, cumplir con responsabilidades y, sí, hacerlo con la mejor actitud (¡o, por lo menos, con la conciencia tranquila de estar cumpliendo!).

¿Qué es la disciplina en realidad?

La disciplina no es un castigo, es un compromiso firme con ustedes mismas. Es esa decisión de hacer lo que prometieron que harían, incluso cuando nadie las está mirando y aunque no tengan ni una sola gana.

Es convertir la constancia en un estilo de vida. Es ordenar su mente para lograr sus metas y entender que el éxito no es una casualidad, es una consecuencia directa de esa constancia.

¿Y de qué nos sirve ser disciplinadas?

Ser disciplinadas convierte nuestras metas en resultados reales. Punto. La disciplina es la que crea la estructura, claridad y constancia; los tres ingredientes esenciales para avanzar en cualquier área de la vida: su trabajo, su bienestar, sus finanzas personales o sus relaciones de pareja.

  • Les ayuda a mantener el enfoque cuando la motivación baja.
  • Les permite construir hábitos que las hacen crecer.
  • Desarrolla confianza en ustedes mismas, porque cada vez que cumplen lo que prometen, refuerzan la idea de que son capaces.

La disciplina es, sencillamente, el puente entre lo que quieren y lo que realmente logran.

La diferencia entre lo extraordinario y lo ordinario

La gran diferencia entre la gente que logra lo que quiere y la que se queda en el deseo es la acción valiente. Las personas que alcanzan sus metas son aquellas que actúan a pesar de no estar motivadas, a pesar de estar agotadas.

Ser adulto también significa convertirse en su propia guía: decirse lo que tienen que hacer y hacerlo, incluso cuando la cama les ruega que se queden. La motivación está sobreestimada; no siempre va a estar ahí para sostenerlas. Habrá días en que no se sientan inspiradas, e igual tendrán que hacerlo. Eso es disciplina.

La disciplina es la que las levanta cuando la emoción no alcanza.

Cuentahabientes, no sean víctimas de sus emociones; sean la persona que avanza aun cuando no quiere. Eso es lo que las convierte en alguien extraordinario.

Dejen de quejarse si las cosas no les salen. A veces hay que esforzarse un poquito más y confiar. Roma no se construyó en un día, pero les aseguramos que la disciplina las va a llevar muy lejos, e incluso les va a cambiar la manera de ver la vida.